Ayer Sábado 26 de Diciembre se realizó el festival inglés del fútbol, el aclamado "Boxing day" en que los hinchas de Inglaterra reciben un regalo navideño por parte de la FA, que se dedica a programar partidos muy atractivos. Y así fue... entre el Soton v Arsenal, Newcastle v Everton, y otros partidos muy atractivos, estaba Liverpool v Leicester, los reds contra el líder.
Difícil empresa era la que se erguía frente a los de Merseyside, quienes venían con la cola entre las piernas tras la desastrosa visita al Watford. Por ello, una victoria ahora era extremadamente necesaria para enmendar el rumbo. Por otro lado estaban los 'foxes', quienes tenían apenas 2ptos más que Arsenal, su más cercano perseguidor, por lo que estaban urgidos por triunfo. Pero quizás fue esta ansiedad lo que los mató poco a poco junto con un conjunto rojo que salió con todo al terreno de juego.
Mientras Leicester salió al terreno de juego con la misma formación de siempre, un 4-1-2-1-2, con la única excepción de Okasaki ganándole el pulso a Leonardo Ulloa en delantera, Liverpool formó con un extraño 4-2-3-1, teniendo a Henderson y a Can como mediocentros, Firmino y Coutinho alternando posición en la creación, y un Lallana ligeramente más adelantado apoyando a Origi por la derecha.
Desde el primer minuto Liverpool presionó muy arriba en terreno rival y en propio terreno, saliendo rápido en contragolpe. Este último recurso no se había dado en encuentros anteriores, con conjuntos como Watford o WestBrom que explotan más el juego físico y en bloque, aprovechando los espacios del rival más que saliendo a buscar el partido. Leicester por su parte sabiendo que todos esperaban fútbol de su parte, salieron a jugar fútbol. Sin embargo se encontraron con una muralla en defensa desde la primera línea ofensiva del ataque red.
Una de las principales figuras del primer tiempo fue el jóven
Divock Origi, inquietando a la defensa
del Leicester con su velocidad y sorpresivos remates.
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Leicester se vio confundido por el ímpetu de los reds, errando mucho en sus pases, encontrando refugio solamente en su jugador del momento, Riyad Mahrez. Con un Albrighton desaparecido en la franja izquierda, la responsabilidad de la creación cayó sobre Andy King que no pudo con el papel y se perdió en el partido. Sólo Kanté contuvo en lo que pudo los ataques rojos. La defensa de Leicester de todas formas estuvo firme, no permitiendo que Liverpool entrara al área penal, forzando al remate de distancia, donde Schmeichel sacó lo mejor de su arsenal deteniendo de gran forma los únicos dos remates peligrosos, siendo el de Emre Can (23') al poste izquierdo el más peligroso, balón que el portero envió al corner. Minutos más tarde Schemeichel le negaría la apertura de la cuenta a Origi quien casi sin ángulo sacó un remate venenoso (25'), atrapado por el portero danés sin dar rebote.
La primera ocasión clara de Leicester vino de mano de Riyad Mahrez, el jugador del momento, recibiendo el balón en el tercer cuarto de cancha, eludiendo a Lallana y Moreno y sacando un violento remate al borde del área (42') que inquietó a todos menos a Mignolet que sin mayores dificultades envió el balón al corner. Previamente a esta acción, Origi cayó mal en un forcejeo quedando lesionado y teniendo que ser sustituido por el único delantero en la banca de Liverpool: Benteke.
Empezado el segundo tiempo Liverpool jugó de forma más calmada, pero con la misma consistencia. Benteke entró dormido a la cancha y tieso de piernas, perdiendo balones con mucha facilidad, pero tras algunos ataques rojos fue el mismo Benteke quien abrió el marcador, tras una gran jugada colectiva concebida en la orilla izquierda del ataque 'red' con posterior centro de Firmino conectado por el delantero belga en el centro del área (63'), casi como un penal en movimiento.
Christian Benteke sacándose la mufa tras el gol. No marcaba desde el partido contra Chelsea, el 31 de Octubre. |
Tras el gol, Leicester se fue con todo en ofensiva, sabiendo que el liderato quedaba a merced de los 'Gunners' de Londres, dejando con el corazón en la mano a los hinchas reds con un lateral-centro lanzado por Fuchs que casi logra conectar Robert Huth en el área chica (80'). Liverpool se valió de los espacios dejados por Leicester en ofensiva para lanzar contraataques, primero uno muy claro con un remate de distancia de Coutinho que casi se clava en el ángulo superior derecho de Schmeichel, y luego con la jugada más hablada del partido, una ocasión de gol clarísima desperdiciada por Benteke, quien se había venido en contraataque tras jugada de Coutinho, Emre y Firmino, en la que Schmeichel había quedado jugado en ataque sin opción de volver. El delantero belga partió la jugada en offside, pero no habiéndose percatado el arbitro, el arco quedó a su merced, sin embargo Benteke no remató hasta que fue demasiado tarde y la defensa bloqueó su disparo, desperdiciando así la oportunidad de poner la lápida al partido (89'). En los descuentos Klopp sustituyó a Coutinho y Lallana para la ovación del público y buscando quemar segundos de juego. Fue triunfo de Liverpool, muy merecido, habiendo controlado el partido desde el comienzo hasta el final.
El mejor partido de Lovren desde que se unió al club. La prensa se lo tomó con humor: "Tal vez puedan encontrar a Mahrez y Vardy en los bolsillos de Dejan". |
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