Los "reds" se llevaron la primera parada de la llave de octavos de final de la Europa League, que enfrentaba nada menos que a Liverpool F.C. y manchester united en Anfield. El equipo de Klopp demostró gran despliegue e ímpetu, además de una buena solidez defensiva y ambiciosa mentalidad para ganar un partido que sería de nervios entre los aficionados de ambos clubes.
Nunca antes visto, un clásico inglés entre estos dos colosos equipos en una competición que es vista desde siempre como la segunda de mayor importancia en el viejo continente.
El equipo local se llevó el encuentro con un 2-0 sólido y un ambientazo inigualable en Anfield Road, a la espera de la revancha en Manchester el próximo jueves.
Liverpool dominó de inicio a fin el encuentro (con ciertos ligeros momentos para el united) en una noche que el calendario marcaba como memorable siete años atrás, en Liga de Campeones, cuando Liverpool le metió un cuatro a cero al Real Madrid siendo comandado por Torres, Gerrard y cia.
Daniel Sturridge de penal y Roberto Firmino sellaron el compromiso de este jueves.
Volviendo a momentos grandes
El equipo ya se había enfrentado a su máximo rival dos veces esta temporada. Ambas habían sido derrotas (3-1 y 1-0) y los fantasmas se comenzaban a rondar por las cabezas de algunos fans. Esta vez el 4-2-3-1 elegido por el entrenador alemán, además del gran rendimiento de algunos jugadores, permitieron que los reds se llevaran la victoria.
Por parte de la visita, Van Gaal eligió un sistema parecido al del Liverpool para su equipo, pero a raíz de las bajas, debió colocar a jugadores como Varela, Fellaini, Mata y Rashford desde el primer minuto, extrañando en demasía a su capitán Rooney en el ataque.
Solidez defensiva
Liverpool encontró en las últimas semanas una buena posición defensiva, con rigidez, anticipos, coberturas y buenas actuaciones del "back 4". Lovren y Sakho, los centrales, rechazando y despejando muchos balones y forzando a que el ataque rival solo pudiera ver construcción y definición fuera del área.
Alberto Moreno cuajó un buen partido, cubriendo y resguardando su zona, dejando atrás los constantes problemas evidenciados hasta ahora y Nathaniel Clyne estuvo soberbio, robando, anticipando, tocando y jugando un verdadero partidazo.
Creación a por montones
Uno de los principales problemas que evidenciaba el Liverpool hasta hace poco era la falta de creación de jugadas peligrosas. En los recientes encuentros, el equipo ha mejorado muchísimo a base de esfuerzos individuales, especialmente de Adam Lallana y Roberto Firmino quiénes han logrado quitar el gran peso creativo del equipo de los hombros de Philippe Coutinho.
Teniendo un mediocampo duro con Emre Can y Jordan Henderson (que aun siguen en un estado de forma irregular), el tridente de volantes ofensivos puede jugar a placer y dejar en evidencia las falencias de un manchester united que fue expuesto a un terreno hostil y peligroso.
Lallana y Firmino están en un estado de forma fantástico, marcando, asistiendo y comenzando a demostrar lo que valen.
Un equipo con corazón
El equipo demostró que está encontrando su identidad, con jugadores que están empezando a demostrar todo su potencial y aunque sin grandes figuras de peso que acarreen por si mismos el trámite de un partido, todos están logrando jugar como un verdadero conjunto y entendiendo sus roles. Cada vez se está notando más el estilo del entrenador y da para creer que cosas aun mejores están por venir.
You'll Never Walk Alone